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El estilo narrativo de Agatha Christie: el éxito de una escritura sencilla

Que Agatha Christie es un referente para la literatura de género detectivesco y de suspense es un indudable hecho reconocido mundialmente. Tanto es así que, de acuerdo a los reportes oficiales de la Unesco, lleva varias décadas ostentando el título de “Autora más traducida en la historia”. A esto se suma la especial mención que recibió en el Libro Guinness de los Récords como la “Novelista más traducida en cualquier género de todos los tiempos”. 

107 años después de que fuese publicada su primera novela las historias escritas por la Dama del thriller siguen haciendo vibrar a millones de personas cada año como el primer día. Sus obras continúan adaptándose a casi cualquier formato, desde cómic, hasta videojuegos, pasando por versiones teatrales, televisivas y cinematográficas.

Tanto su vida como sus obras continúan siendo objeto de especulación entre entendidos y amateurs. Es posible que los escándalos en ambos ámbitos, el personal y el literario, nunca lleguen a estar carentes de escándalos.

No obstante, de todos los análisis llevados a cabo sobre su trabajo el más interesante es el que nos ocupa en este post, el denominado Código Agatha Christie, una teoría científico-lingüística que trata de detallar su método de escritura. Un completo equipo de especialistas y profesionales analizó el estilo narrativo de Christie. Tras un exhaustivo estudio en común de 27 de sus publicaciones más prolíficas, estos expertos y expertas estuvieron de acuerdo en que sus textos poseen una serie de patrones comunes. Esto son:

Si bien es cierto que de vez en cuando hace uso de palabras como “replicó” o “preguntó”, suele prodigarse mucho más en la simplicidad y efectividad del verbo “decir” en la creación de conversaciones. Para ejemplificar a qué nos referimos, más abajo estas líneas encontrarás un fragmento de la famosísima novela Asesinato en el Orient Express

– Monsieur, según mi experiencia, cuando un hombre está en situación de tener enemigos, como usted dice, el problema no se reduce a uno solo.

Ratchett pareció tranquilizarse con la respuesta.

– Comparto su punto de vista -dijo rápidamente-. Enemigo o enemigos, no importa. Lo importante es mi seguridad.

– ¿Su seguridad?

– Mi vida está amenazada, Monsieur Poirot. Pero soy un hombre que sabe cuidar de sí mismo. -Sacó del bolsillo de la americana una pequeña pistola automática que mostró un momento-. No soy hombre a quien pueda coger desprevenido. Pero nunca está de más redoblar las precauciones. He pensado que usted es el hombre que necesito y recuerde que hay mucho dinero de por medio.

Poirot le miró pensativo unos minutos. Su rostro era completamente inexpresivo. El otro no pudo adivinar qué pensamientos pasaban por su mente.

– Lo siento, señor -dijo al fin-. No puedo complacerle.

Ratchett le miró fijamente.

– Entonces dígame usted su cifra.

– No me comprende usted, señor. He sido muy afortunado en mi profesión. Tengo suficiente dinero para satisfacer todas mis necesidades y mis caprichos. Ahora sólo acepto los casos que me interesan.

– ¿Le tentarían a usted veinte mil dólares?

– No.

– Si lo dice usted para conseguir más, le advierto que pierde el tiempo. Sé el precio de las cosas.

– Yo también, Mr. Ratchett.

– ¿Qué encuentra usted de malo en mi proposición?

Poirot se puso en pie.

– Si me perdona usted, le diré que no me gusta su cara Mr. Ratchett.

Y acto seguido abandonó el vagón restaurante.”

Fragmento - Asesinato en el Orient Express (1934) - A. Christie

En ella los sujetos son agentes de la acción del verbo. Por ejemplo, en la frase “Agatha escribe novelas” el verbo escribir” está en voz activa porque su sujeto, Agatha, realiza la acción del mismo.

Mantiene un aire expositivo muy natural en su explicación de lugares, personas o cosas. Nada que ver, por ejemplo, las famosas descripciones en las que se solazaron otros grandes nombres de la literatura como Tolkien, Proust o Galdós.

Más allá de todo esto, The Home of Agatha Christie, propone una formulación todavía más sencilla para entender la forma de escribir de tan admirada autora:

Todo ellos despiertan desconfianza debido a una de las dos posibles siguientes razones: 

  • Su situación en un escenario concreto

  • Sus ideales en torno a una lucha social determinada

Si el detective (o el personaje que hace las veces de investigador) no es quien encuentra o tiene conocimiento de la aparición del cadáver desde el principio, no hay que temer, se avecina su aparición tan solo unas breves páginas después.

La experta mano de Christie conduce a sus lectores y lectoras por sus whodunit mediante una serie de red herrings introduciéndolos así en un delicioso juego del gato y el ratón que acaba en una gran sorpresa. 

Finalmente, la persecución de la verdad llega a término y, como en las amables series televisivas tipo Colombo (Columbo) o Crimen en el Paraíso, los personajes suelen ser amables y políticamente correctos al respecto, aceptando con entereza no solo que han sido descubiertos sino también su futuro ante la ley.  (los hay que no, por supuesto, pero son los menos).