El término Mary Sue se ha hecho muy popular en los últimos años. Se ha convertido en un vocablo tan admirado como vapuleado. Pero ¿cuál es el origen de su fama, buena o mala? Su enorma divulgación se debe en gran medida a la proliferación de la narrativa conocida como fanfiction, es decir, la creación literaria amateur basada en novelas, películas o series ya existentes.
Fanáticos y fanáticas de alguna historia, en su afán de pertenencia al imaginario de tal narración, tienden a crear protagonistas que claramente son una representación de ellos y ellas mismos/as.
Lejos de conformarse con formar parte de una gran historia preexistente, estos alter-egos pronto se convierten, como por arte de magia, en el principal motivo de la existencia de la trama. Suelen contar con unas habilidades casi místicas así como con unos valores morales intachables.
Para colmo, carecen de defectos. La cosa llega tan lejos que, a menudo, resultan débiles y planos, puesto que la perfección es incapaz de evolucionar a mejor. Ninguno de estos autores o autoras está dispuesto a desprestigiar a su otro yo ficticio, permitiendo que falle o se equivoque. Eso sería una locura.
En el canon de los 6 arquetipos de personajes cautivadores creados más habitualmente, Mary Sue quedaría como una mezcla entre El Elegido y el Ideal Soñado.
Por su naturaleza heroica, es más que probable que se describa como un espécimen utópico predestinado a peligros y posterior grandeza. De esta manera el ego del/de la artista se crece, viéndose a sí mismo/a como un reflejo místico en un texto.
No obstante, el campo en que estos personajes suelen contar con más tirón es en tramas ligeras, historias cortas o, más comúnmente, la narrativa juvenil (puesto que tanto infantes como jóvenes están en ese punto de desarrollo vital y emocional en que sienten con fervor que el mundo puede cambiar y que ellos pueden ser la causa del cambio).
Pese a que existen otras acepciones para este tipo de personaje. Véase Marty Stu o Gary Stu, el término más extendido y aceptado es Mary Sue. De hecho, con él puede hacerse referencia a personajes femeninos como masculinos. De esta manera, la afirmación “Harry Potter es una Mary Sue” sería del todo aceptable e incluso más adecuada que “Harry Potter es un Marty Stu”.
Ojo: Aquellas Mary Sues que hacen aparición en la ficción oficial, es decir, la aceptada por los dueños de los derechos, pueden denominarse también Canon Sues. De este modo se diferencian de las creadas únicamente en la ficción por y para fans.
No nos malinterpretes. Amamos a Harry y sus historias nos han hecho soñar como el fantástico ejercicio de imaginación que suponen pero... tenemos que llamar a las cosas por su nombre. Y como verás a continuación, Mary Sue no tiene por qué ser una mala guía de viaje. Es precisamente su potente efectividad (en el pasado) lo que ha convertido a este concepto en sinónimo de arcos narrativos manidos, demasiado vistos y reconocibles.
De hecho, Batman en sus versiones más añejas es otro de los más populares y queridos Mary Sues (Canon Sue) de la historia. Gracias a la existencia de aquel primer hombre murciélago y al desarrollo en profundidad de sus características emocionales y psicológicas, se ha convertido en el héroe oscuro que todos y todas amamos en la actualidad.
Entonces, ¿impide la inclusión de un personaje Mary Sue que tu historia funcione a niveles profundos? Sí. ¿Imposibilita esto que triunfe y sea valorada por el público e incluso por la crítica? De ninguna manera.
Crepúsculo es otro de los casos de exitosa creación de tipo fanfiction (sobre vampirismo y seres sobrenaturales) que ha triunfado gracias a esta táctica. Merece la pena señalar esta saga pues no incluye únicamente una Mary Sue (Bella Swan) sino que prácticamente todo el abanico de personajes secundarios que aparecen en la saga de novelas son también Mary Sues.
Puede que despierten tu simpatía pero cuidado con ellos. La constante aparición de este arquetipo en las novelas, largas y cortas, de escritores principiantes, ha llevado a los críticos a considerar que aquellos literatos que toda persona que los incluyen está cayendo en el error de la inexperiencia.
Existen ciertos rasgos característicos de los personajes conocidos como Mary Sues. En las siguientes líneas encontrarás un listado de cualidades que te permitirá comprobar si tus personajes (principales o secundarios) son Mary Sues en potencia.
Atención: No es necesario que posean todas las que enumeran. Con que posean entre tres y cinco de estas características es más que probable que te hayas topado con la buena de Mary. Si por un golpe de suerte, el personaje que estás valorando cumpliese con alguna más, no supondrá ninguna variación a nivel de análisis. Una Mary Sue es una Mary Sue por pocos o muchos puntos que obtenga.
Las características más habituales de un personaje Mary Sue son:
En caso de que hablemos de literatura puramente fanfiction, será necesario tener en cuenta un par de rasgos destacados más:
¿Es el uso de Mary Sue un patrón anticuado? Sí ¿Sigue contando con adeptos? También. ¿Por qué no habría de tenerlos? El teatro, la zarzuela, la ópera y la música clásica pasaron de moda hace décadas e incluso siglos pero hay quienes siguen disfrutando de ellas como el primer día. Si lo tuyo son las Mary Sues sigue permitiéndote soñar y deja que tu alter-ego continúe dando caña entre las páginas.
Pero si buscas innovar y crear historias cuyo broche genere un círculo perfecto en la mente de tu público necesitas inventar personajes con altos y bajos, con virtudes y defectos.
Las habilidades increíbles y las decisiones cuasi perfectas están bien pero la realidad es que todos fallamos por alguna parte. Que el mejor de los mejores gane la partida es correcto. No hay duda. Pero que un personaje imperfecto sea quien acabe ganando, puede generar una odisea mucho más mágica. Mucho más interesante. Mucho más compleja. ¿No te parece?