5 diferencias entre ficción New Adult y Young Adult
En los últimos años la ficción Young Adult se ha conformado como el puente ideal entre los relatos infantil-juveniles y las novelas adultas. De su mano pronto llegó a nuestras librerías el concepto New Adult. En realidad se trata de géneros que siempre han estado. Sin embargo, no fue hasta hace unas pocas décadas, gracias al éxito de las adaptaciones televisivas y cinematográficas de este tipo de historias, que recibieron su merecido respeto. Pero ¿qué diferencia a un tipo de escritura de la otra? Pasemos a comprobarlo gracias a estas 5 diferencias fundamentales:
Tanto el Young Adult como el New Adult van dirigidos a un público joven. Aunque ambos tipos de relato habitan juntos en las estanterías dirigidas a un público casi adulto, están separados por un par, a lo sumo tres años. Y es que mientras que el Young Adult baraja lectores y lectoras de edades comprendidas entre los 17 y los 21, aproximadamente; el New Adult tiende a tratar temas que, de acuerdo a las estadísticas, interesan más a aquella población de entre 20 y 26 años.
Esto se ve reflejado en la edad de los personajes protagonistas de sus tramas. Mientras que en el Young Adult vemos a los jóvenes salir del instituto y comenzar la universidad, en el New Adult llegamos a verlos terminar la universidad y/o incluso a empezar su carrera laboral.
Las relaciones sentimentales se tratan en ambos estilos de novela. No obstante, existe una clara diferenciación entre ambos tipos en cuanto al tratamiento que éstas reciben por parte de sus creadores. La ficción Young Adult suele centrarse en los primeros amores y la formación de las primeras parejas, aproximándose al tema desde el punto de vista puramente emocional. Mientras que, por su parte, las historias New Adult apoyan gran parte de su argumento y de los arcos de personaje en la relaciones sexuales que los protagonistas mantienen con parejas más o menos estables, dependiendo de la intrincación de cada trama.
La fantasía configura gran parte de los relatos dirigidos al público Young Adult. Cosas y, por lo tanto, futuras vivencias extraordinarias se cuelan en el aparentemente común mundo de los protagonistas que ven su día a día cotidiano llevado a extremos donde todavía existen la magia, las hadas, las criaturas mitológicas y los seres todopoderosos. Asimismo cabe la posibilidad de que la fantasía urbana se deje de lado y que tales maravillas sucedan en sociedades distópicas, regidas por tan tiránicos métodos. Suelen contar con una suerte de Equipo de Resistencia dedicado a librar al pueblo de tan injusto y cruel yugo. Un grupo al que, como no podía ser de otra manera, el personaje protagonista se unirá o incluso llegará a liderar. Antes solía conocerse como Ficción Juvenil.
El New Adult se ocupa de todo lo contrario. Ojo: antes del reconocimiento de su existencia, los relatos New Adult se apilaban, erróneamente, bajo el cartel de YA en las librerías. Ahora que la terminología ha quedado un poco más clara, pasemos a exponer a qué nos referimos con eso de que los textos New Adult campan a sus anchas por el estilo de escritura naturalista. Las existencias corrientes y molientes son las más interesantes para este tipo de lectores. Quieren sentirse parte de los corrientes devenires de personajes que podrían ser sus amigos, familiares o vecinos. El realismo y la credibilidad son clave.
La literatura y el cine Young Adult tiende a poseer protagonistas que cumplen con el arquetipo conocido como “El Elegido”. Son estos personajes predestinados a cumplir una función importantísima y que suelen poseer habilidades especiales o pertenecer a una categoría o linaje maravilloso. Son muchas las ocasiones en que se tornan demasiado perfectos convirtiéndose así, en lo que se denomina comúnmente como Canon Sues.
Por oposición, los argumentos New Adult hacen gala de personajes principales que suelen llevar vidas bastante corrientes, muy similares a las vividas por el público al que van dirigidas. Las épicas cotidianas con cierto aire mustio y taciturno que proyectan criticismo y refuerzan el sentimiento de un vacío existencial derivado del absurdo de las costumbres sociales son clave en este estilo.
Las mentes adolescentes tienden a visualizar el mundo como una lucha propia contra la tiranía de la injusticia. Sueñan con que su participación en ciertas campañas sea la clave para conseguir una libertad y una independencia que ansían. Por ello, la ficción dirigida al público juvenil sigue tramas de desarrollo personal y sacrificio por causas mayores. Está imbuida de esperanza ciega en un futuro mejor que el autor o autora de la novela les tiene garantizado.
En cambio, los jóvenes algo más maduros presentan preocupaciones relacionadas con la vida adulta: cómo gestionar pagos, llegar a fin de mes, superar una ruptura dolorosa, cómo aguantar a ciertos compañeros de trabajo o caerle bien a tus suegros, cómo cuidar correctamente de sus plantas y perro, etc. Eso sí, ambas literaturas, en mayor o menor medida, incluyen personajes con gran autoexigencia, interesados en la ganancia de autoconocimiento y en la exploración profunda del propio carácter y la personalidad.