Hýsteron próteron es un término gramático cuya denominación proviene del griego clásico (πρότερον ὕστερον, “postrero primero»). Se trata de un recurso retórico lingüístico cuyo objetivo es traspapelar las frases con la intención de llamar la atención sobre la idea última pero también más importante, poniéndola en primer lugar.
En el lenguaje coloquial es frecuente encontrar este tipo de expresiones. Ejemplos de ellos son:
“Come y calla”
“Zarpar y levar anclas”
“Se marchó y cerró la puerta”
En el caso de la narrativa, este derivado del hipérbaton, lo que se dedica es a descolocar las escenas, con la meta de desvelar con antelación una información de enorme relevancia y perteneciente al desenlace de la obra en cuestión.
En ficción lleva utilizándose desde tiempos inmemoriales en la literatura, por ejemplo, en la Eneida de Virgilio, en la obra de Lope de Vega o o en la novela de Iris Murdoch, Monjas y Soldados.
Tenemos también un buen ejemplo de ello en el teatro musical, gracias a la obra Merrily we roll along, creada en 1934 por George Kaufman y Moss Hart cuya innovadora estructura utilizó ya una especie de hýsteron próteron, presentando la historia en orden inverso, con el personaje retrocediendo de un adulto triste a un joven cuyo futuro está lleno de promesas.
Por su parte el cine nos ha regalado varias películas que comienzan por el final. Estos guiones son también el resultado de la intención de querer narrar la historia al revés, es decir, lo último que sucede en el argumento es lo primero que se muestra en la cinta, rebobinando hacia atrás. La primera de ellas datada en 1983 fue El riesgo de la traición, adaptación a la gran pantalla de la novela más famosa de Harold Pinter.
Sin embargo, los dos ejemplos más claros de este tipo de narración cinematográfica son de principios de los 2000. Hablamos de Memento, de Christopher Nolan e Irreversible, de Gaspar Noé. La primera de ellas cuenta la historia de un hombre que tiene problemas con la memoria a corto plazo de tal manera que se ve incapaz de retener lo último que ha sucedido.
La película comienza su andadura invirtiendo el orden narrativo habitual, mostrando primero el resultado de un asesinato y posponiendo la acción que lo provoca, el disparo realizado por Leonard. Ahora bien, la forma de hacerlo no es la habitual. En lugar de introducir un flashback que sitúe al espectador justo antes del disparo, se diseña una estrategia distinta: rebobinar hacia atrás la propia acción. Así, el público puede ver como la pistola que está en el suelo vuelve a la mano de Leonard, el casquillo retorna de nuevo a la pistola e incluso a Teddy regresando a la vida.
Por lo que respecta a Irreversible, el enfant terrible del cine propone a su audiencia recorrer la más angustiosa de las pesadillas siguiendo un tortuoso camino de venganza en orden cronológico inverso. Una dura y transgresora historia de culto que no deja indiferente a nadie.