narrativa

Akira Kurosawa: Un Visionario del Cine y su Legado Duradero

Akira Kurosawa: Un Visionario del Cine y su Legado Duradero

Akira Kurosawa fue un visionario cineasta cuya pasión por las artes y la literatura lo llevó a convertirse en uno de los realizadores más célebres de la historia del cine. Repasamos sus obras y su trayectoria para descubrir las innovaciones que nos regaló su cine.

Por qué se denomina al cine el Séptimo Arte

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Conceptos narrativos: Qué es un Papa en la piscina

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Bajo un sobrenombre tan divertido como Papa en la Piscina se esconde una de las más útiles técnicas de ocultamiento de la exposición de antecedentes o detalles importantes.

Recursos narrativos para escribir ficción: qué es anagnórisis

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Georges Méliès y la magia del cine

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En una época convulsa pero llena de posibilidades, el ilusionista George Méliès vio en el invento de reciente creación de los hermanos Lumière la posibilidad de generar espectáculos teatrales que podían ser representados en una única ocasión pero expuestos todas las que fuese necesario en su sala de variedades.

Personaje clásico vs. Personaje contemporáneo. Analizando estos modelos de creación y sus características

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El constructo conocido como personaje ha variado conforme las artes literarias y narrativas han evolucionado y los espectadores han desarrollado un conocimiento más elaborado del concepto y significado de ficción, así como de los arcos de transformación de sus protagonistas. Analizamos la diferencia entre el modelo de personaje clásico y el modelo de personaje contemporáneo. ¿Cuál es tu favorito?

Cualidades esenciales de un/a showrunner

Cómo ser showrunner

Cualidades y habilidades del puesto de guionista más exclusivo

En el negocio de la producción televisiva la figura del director se ve velada en incontables ocasiones por un concepto (y puesto) de relativa novedosa creación, el showrunner. Como cabeza departamental de un proyecto audiovisual concreto, el/la showrunner actúa tanto como productor/a ejecutivo/a sino también como jefe/a del equipo de guion. Pero son más los puestos y decisiones que dependen de las competentes manos de este/a trabajador/a. Se trata de un complejo, estresante y comprometido puesto laboral para cuyo desarrollo son necesarias ciertas cualidades y habilidades. Te las contamos todas en este post ¿Te apetece descubrirlas? Sigue leyendo.

Optimización de recursos y tiempo

La responsabilidad fundamental de todo/a showrunner es la entrega de guiones de calidad a gran velocidad. En televisión el tiempo es dinero. Conservar una serie funcionando como un reloj y dentro del presupuesto desde el proceso de guionización hasta la etapa de postproducción es esencial.

Capacidad de adelantarse a la trama

La capacidad de anticipar las necesidades futuras de la historia así como posibles problemas de producción. Por mucho que los argumentos se prevean por adelantado, conforme la trama avanza, al equipo de guion se le ocurren ideas mejores. Las historias empiezan a transformarse. Por esta razón, muchos showrunners prefieren dejar espacio durante varios episodios iniciales a sus ficciones para que los escritores tengan la oportunidad de corregir el rumbo de la narrativa.

Perspectiva de gran alcance

Los showrunners están involucrados en todas las fases creativas de sus series. Toman decisiones vitales en todos los campos en preproducción, producción y postproducción: desde el casting hasta la iluminación, pasando por la música, la selección de ubicaciones y todo lo demás. Tener una amplia visión de todos esos campos es una complicada tarea pues el estándar televisivo y de streaming actual es especialmente alto. El público de hoy espera vivir experiencias cinematográficas en la pequeña (o no tan pequeña) pantalla a través de las series.

Personalización de adaptaciones

A día de hoy, muchas series se basan en productos previos (libros, películas, cortometrajes y hasta otras series). Al desarrollar un material adaptado a una “fuente”, el/la showrunner debe evaluar qué retener del original, qué homenajear y qué transformar, dando a su vez al nuevo proyecto un giro clave que lo personalice y atraiga al público.

Disciplinado talento creativo

Tener no solo la capacidad de crear una historia entretenida, sino también la disciplina para producir y decidir a enorme velocidad son habilidades necesarias. Unas actividades que además hay que ser capaz de combinar con la revisión y re-revisión de los guiones del resto del equipo para revitalizarlos y entrelazarlos, y rápido.

¿Qué opinas? ¿Nos hemos saltado alguna cualidad? ¿Merece el puesto de showrunner tanta exposición como tiene hoy en día? ¿Es justo que un/a showrunner se lleve toda la gloria de sus éxitos y toda la miseria de sus fracasos televisivos? ¿Quieres saber más sobre cómo llegar a ocupar este puesto laboral en una producción audiovisual? ¿Quién es el/la showrunner que más admiras?

6 arcos emocionales típicos de la narrativa occidental

Hay expertos que dicen que no pasan de 20, otros creen que han de ser más de 36 y los hay que aseguran que no pueden ser menos de 7. Sin embargo, gracias a un estudio llevado a cabo por la Universidad de Vermont, y en el cual se han estudiado 1700 libros, a día de hoy, nos es posible afirmar que prácticamente todo el extenso de la literatura occidental se divide en tan solo 6 arcos narrativos emocionales

El estudio, del que se hizo eco Discover Magazine, además de señalar el número total de arcos argumentales, procede a analizarlos, otorgando a cada uno de ellos una denominación que facilita su asimilación. ¿Te apetece conocerlos? Entonces sigue mirando porque vamos a ello:

Cuidado: Spoilers 

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1. De harapos a riquezas

Este es el más sencillo de los arcos argumentales de la lista. Partiendo de una situación inicial X, la historia avanza hasta alcanzar un final feliz. El punto de origen es lo de menos, siempre y cuando el camino conduzca a los personajes a la felicidad. Muchas novelas, cómics y guiones utilizan esta técnica. Ejemplos de ello son La Divina Comedia de Dante Alighieri y el cuento infantil de El gato con botas, recopilado por primera vez por Giovanni Francesco Straparola

Por su parte, los responsables del estudio escogieron como ejemplo de este tipo de argumento Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll. Relato que comienza cuando Alicia,aburrida, está sentada junto a su hermana a la sombra de un árbol. La aventura tan prometida en el título de la novela comienza cuando la curiosa joven persigue a un apresurado conejo parlante.  El resto, ya sea gracias al propio misticismo del cuento, al clásico animado de Disney o a la moderna versión Burtoniana de 2010 , es cultura popular.  

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2. Persona en un agujero

Este tipo de historias comienzan justo en el momento en que una racha de buena suerte se esfuma, lo que supone un mazazo tanto para el personaje protagonista como para los lectores de la historia. Estos últimos serán testigos del resurgir digno de un fénix que conseguirá el mencionado personaje

Son ejemplos de este arco narrativo:

El maravilloso Mago de Oz, de Lyman Frank Baum, donde la pequeña Dorothy es transportada a un lugar desconocido donde tendrá que hallar el camino de vuelta al hogar.

El conde de Montecristo, de Alexandre Dumas y Auguste Maquet, la mítica novela en que Edmundo Dantés escapa de prisión para conseguir su venganza.

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3. Cenicienta

Todos conocemos la historia de Cenicienta. Se trata de uno de los cuentos de hadas más populares de toda Eurasia. La versión que conocemos puede variar dependiendo de la interpretación que haya llegado a nosotros. Los hay que se saben al dedillo la versión de la leyenda que transcribió Charles Perrault, mientras que otros recitan a la perfección la versión reproducida por los Hermanos Grimm. Incluso si tu único acercamiento a esta bella historia ha sido a través de Disney, tendrás una noción edulcorada pero lo suficientemente acertada de este relato clásico que pasa de generación en generación desde hace siglos. 

Tomándola como ejemplo es posible afirmar que su arco argumental sigue el siguiente orden: Todo comienza con una situación feliz que se ve truncada por un horrible revés. Sin embargo, tras todo ese sufrimiento, las cosas mejoran hasta acabar de nuevo en extrema felicidad

Este tipo de arco aparece un singular sinnúmero de ocasiones en la historia de la literatura occidental. Muestra de ello es: 

Cuento de Navidad, de Charles Dickens, donde el huraño ricachón Ebenezer Scrooge  pasa una noche toledana al ser visitado por los fantasmas de las navidades pasadas, actuales y futuras para finalmente acabar manteniendo el espíritu de la navidad como nadie. 

Donde también todos son felices al comienzo para pasar ciertos malos ratos que terminarán en más momentos felices es en la novela Orgullo y Prejuicio, de Jane Austen, protagonizada por la siempre encantadora Elizabeth Bennet

El género Cenicienta también ha hecho sus pinitos en la narrativa de terror. Prueba de ello es Drácula, la archiconocida obra de Bram Stoker, en la que las fuerzas malignas del protagonista pronto comienzan a resultar nocivas tanto para Jonathan Harker, como para su relación con Mina y, en general, para todo su entorno, hasta que, bueno, la historia alcanza el prometido final feliz con boda y churumbel incluidos. 

Llega el momento de descubrir que la literatura occidental tiene una gran vena depresiva. Prueba de ello son los siguientes tipos de arcos populares

Y es que en el número cuatro nos topamos con el arco denominado:

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4. Tragedia

Este tipo comienza, como los dos anteriores, en un punto de increíble dicha. Sin embargo, ¿qué es la tragedia sino la definición de un suceso horrible? Qué tal si tras ese terrible hecho, las cosas no hacen más que ir de mal en peor. “Lo que mal empieza, mal acaba” asegura el dicho popular. Y en estas historias, la advertencia no podría ser más cierta. 

Este arco tiene lugar en clasicazos tales como: 

la obra teatral Romeo y Julieta, de William Shakespeare. Obvio, ¿verdad?

De su mano también podemos destacar Hamlet porque tampoco acaba en un punto muy boyante que digamos.

En lo que respecta a la literatura encontramos un ejemplo en el clásico La Regenta, de Leopoldo Alas “Clarín”, donde Ana Ozores no hace más que sufrir angustias y reveses de la culpa, la religión, la sociedad, el clasismo, las habladurías y el tradicionalismo.

Otro ejemplo es La metamorfosis, de Franz Kafka porque quien empieza su historia transformado en insecto gigante, mal acaba.

Vamos con el quinto tipo de arco, que los académicos de Vermont denominaron: 

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5. Edipo

Parece que el bardo británico tocó todos los tipos. Este arco se define bajo el siguiente paradigma: 

Un inicio colmado de mala suerte, un desarrollo en forma de promesa y una caída final.

Darás con ejemplos de argumentos similares en: 

Ana Karénina, de León Tolstói, novela clásica protagonizada por una joven esposa infeliz en su matrimonio que tiene un apasionado y longevo romance con un oficial que acaba por conducirla a la locura y al suicidio. 

La historia de persecución, culpa y odio entre un doctor chiflado y su criatura también se desarrolla con una promesa obteniendo, de hecho, el prometido fatídico destino en la novela de Mary Shelley, Frankenstein o el moderno Prometeo

Otro tanto ocurre en los clásicos Cumbres borrascosas, de Emily Brönte; Don Quijote de la Mancha, de Miguel del Cervantes y El gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald son también ejemplos del arco estilo Edipo

El último caso lleva el nombre del hombre que se acercó demasiado al sol, hablamos de 

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6. Ícaro

Un arco narrativo que va de mal en peor pero llegado el momento de alcanzar ese peor, la caída es, pues eso, como si las alas se derritieran al protagonista desde lo más alto del cielo. Aunque tiene un intenso propósito de remontar, al nivel de la persona en un agujero, el personaje protagonista por mucho que lo intenta, nunca consigue su propósito. De hecho, la historia es tan cruel que cuando parece que el prota parece tocar el éxito con la punta de los dedos, falla inexorablemente, dejando al público dolorido

Max Estrella, protagonista de la esperpéntica obra teatral Luces de Bohemia, de Ramón María del Valle-Inclán sigue este grotesco destino

Los arcos emocionales son recurrentes porque basan su existencia en inquietudes intensas tan profundas y fundamentales para el ser humano que hasta un cavernícola podría comprenderlas. Si extendemos el análisis más allá de los límites de las obras estudiadas por la Universidad de Vermont, descubrimos que prácticamente todas las ficciones tienen cabida en alguno de estas 6 tipologías. 

Ya sea por la extrema longitud de sus arcos o por la complejidad de los mismos, existen no obstante, excepciones a esta regla entre las que se encuentran tanto clásicos de siempre como narraciones contemporáneas. Véase: 

  • La Saga Canción de Hielo y Fuego de George R. R. Martin

  • la entrega final de las aventuras literarias del joven mago, Harry Potter y las reliquias de la muerte.

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